Como responsables de la primera tintorería a domicilio de Madrid queremos aprovechar nuestro blog para compartir contigo alguna que otra curiosidad de nuestro mundo. En esta ocasión queremos hacer un viaje a través del tiempo para contarte cuando surgieron las primeras tintorerías de las que los historiadores tienen noticia.
Hay que remontarse a la época de la antigua Roma para encontrar sus orígenes. En aquellos momentos, había unos establecimientos que, además de dedicaban al lavado y al secado de todo tipo de ropas y vestidos, también se encargaban de hacer tintes para la ropa empleando productos que les proporcionaba la naturaleza. Determinados colores para la ropa no eran fáciles de encontrar y, lógicamente, su precio era muy elevado por lo que solamente estaban al alcance de las familias más adineradas. Es precisamente por realizar este trabajo de tinción de donde proviene el nombre que aún perdura.
No obstante, en lo que se refiere al lavado, los productos que utilizaban las primeras tintorerías nada tenían que ver con los modernos detergentes. Las prendas se sumergían en unas grandes vasijas de barro que se habían llenado previamente con una mezcla de orina (humana y de camello) y agua. Los empleados de las lavanderías eran los encargados de pisar la ropa con sus pies para que actuara el “detergente”. A veces, era necesario recurrir a remedios más fuertes para eliminar los restos de grasa, por lo que se frotaban las manchas con tierra o arcilla.
Por supuesto que nada tienen que ver los métodos de la antigua Roma con los que utilizamos actualmente en nuestra tintorería a domicilio de Madrid centro pero esos métodos siguieron vigentes durante muchos cientos de años.
Del impacto que en las lavanderías tuvo la Revolución industrial te hablaremos en próximos artículos del blog de Madrid-París.